Ética Normativa
Estudia la clasificación de los actos humanos en correctos e incorrectos
dejando a un lado los prejuicios clasifica las acciones humanas como
adecuadas o inadecuadas, esta ética que tiene que ver exclusivamente
con la formación y elaboración de las normas, pero no con su
seguimiento o cumplimiento.
Ética de actitudes y ética del comportamiento
La primera y
fundamental distinción que hay que hacer es entre la actitud y el
comportamiento y, por consiguiente, entre el juicio moral que se ha de formular
sobre una u otro. Por actitud se entiende la disposición fundamental de lo que
más íntimo y personal posee el hombre: de su voluntad o, en términos bíblicos,
de su corazón.
Los criterios de la actitud moralmente buena
Tanto en filosofía como en teología, el problema es: ¿cuáles son las
condiciones de la actitud moralmente buena?
La imparcialidad universal de la actitud consiste en
relacionarnos con los otros de la misma manera que nos relacionamos
con nosotros mismos, y, al revés, en hacernos a nosotros lo mismo que
hacemos a los demás.
Los criterios del comportamiento moralmente recto
Asumir una actitud moralmente buena implica siempre estar dispuestos
a actuar de modo moralmente recto. La benevolencia de la actitud
tiende a transformarse en benéfica. Éste es el primer y fundamental
criterio del comportamiento moralmente recto. En otras palabras: la
imparcialidad de la actitud debe guiar también la búsqueda intelectiva
del juicio moral sobre las acciones humanas.
La actitud moralmente buena debe querer ir a la búsqueda del
verdadero juicio moral sobre las acciones a realizar y debe realizar todas
las acciones moralmente rectas que sea capaz.
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